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USTED ESTÁ AQUÍ, Ariel Authier, 2023

USTED ESTÁ AQUÍ, Ariel Authier, 2023

La luz que se va, la luz que regresa. Una fotografía captando ese trayecto. Y en el medio, una mirada que la busca, la persigue, la inmoviliza y la atrapa. Puro fetiche del tiempo y del espacio. 

Alberto Goldenstein mira. Mira todo el tiempo. Su mirada es inquieta, provocativa, espontánea, pictórica, sensible y siempre joven, muy joven. Ya desde sus primeras muestras en el Recoleta y en el Rojas en 1991, su forma iconoclasta de acercarse a la fotografía causó un terremoto en un medio muy acostumbrado a verse a sí mismo en blanco y negro y en tono solemne. Su uso del color, sus juegos compositivos, sus encuadres imposibles mostraron una nueva forma de entender la imagen fotográfica, una nueva posibilidad de ver y disfrutar sus relaciones y conexiones con las otras artes. Con su urgencia visual y su emergencia poética, la irrupción de la obra de Goldenstein patentó el camino hacia una nueva fotografía.

La fotografía de Goldenstein siempre estuvo en otro lado. Siempre a contramano, sus imágenes son señales silentes que marcan otro camino posible en medio del ruido en el que estamos extasiados. Usted está aquí conjuga en las paredes de la galería algunos de esos recorridos en la historia de la fotografía goldensteiniana:

. Uno tempranísimo, de mediados de los años 80, con una serie de fotografías color de Buenos Aires que enfrentó con su cámara al volver a su ciudad tras haber vivido y estudiado fotografía en Estados Unidos. El retrato de una ciudad que buscaba aún sacarse el polvo gris de los años de la dictadura y simulaba su mueca al festejar la primavera alfonsinista. Imágenes en donde se entremezclan las miradas de la calle Lavalle, los neones del microcentro, las promesas del Italpark o la intensidad de las cantinas de la calle Necochea. Espacios míticos y mitificados a más no poder, pero que en la mirada de Goldenstein se vislumbran nuevos, aún por descubrir. Presentadas en copias analógicas, estas fotografías destilan en sus colores, en sus texturas y en su instantaneidad, la ferocidad y la belleza de la cual la lente de Goldenstein siempre es un testigo indiscreto, un artífice más que imprescindible.

. Un segundo momento marcado por la presencia de una serie de imágenes realizadas en los últimos años con la cámara de su IPhone. Fotografías verticales de objetos y formas, que con su hiperfocalidad digital y su euforia colorimétrica, retratan tanto ese momento de salida del aislamiento pandémico como la permanente postura de Goldenstein para con la fotografía: inquietud, frescura, corrimiento del cánon y, por sobre todo, una búsqueda permanente de la belleza escondida, de su resistencia, de su resiliencia. 

. Un tercer momento y lugar: verano del 2023, provincia de San Juan. En enero de este año, Goldenstein fue en búsqueda del paisaje más limpio, del cielo menos contaminado, de la noche más oscura. La cuenca de un río seco, impresa y exhibida en gran formato, con toda la exuberancia del natural convertida en imagen digital, en el medio de centenares de tonos grises y cobrizos. Y dos imágenes del cielo: una de día y una de noche. Las nubes ocultando y revelando al mismo tiempo la potencia del destello solar en una y las estrellas emergiendo desde la noche sin luna en la otra. Imágenes que susurran sobre el detalle perfecto, el error, lo real y lo fotográfico. La tierra, el cielo y aquellas estrellas de las cuales aún vemos sus reflejos, pero tal vez ya estén apagadas. Retratos de la luz en fuga permanente.

. Y al final, un cuarto y último momento. Uno que parece condensar en sí los tres anteriores: Cachi, Salta, 1992. Color, mirada, tierra, instante y analogías, todo en una superficie de papel quemada por la luz. Puro fetiche, puro hechizo.

Instantes que superponen capas de tiempos y espacios unidas por los encantamientos de un fotógrafo. Un artista singular, dueño de una forma de ver única que con la curiosidad, excitación, sospecha y energía que siempre lleva consigo, desafía constantemente a lo que se supone es la fotografía. Y mientras tanto, Usted está aquí atrapado por esa mirada, mirando.